El estandarte de la gastronomía segoviana, el Cochinillo de Segovia ya tiene su Indicación Geográfica Protegida (IGP) según ha quedado oficialmente registrado en la Unión Europea de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas. La publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) ha oficializado además, el reglamento por el que se aprueba la protección.
Para toda la familia José María, esta protección es todo un acontecimiento anhelado desde hace mucho tiempo, una puesta en valor y una figura de protección que redundará en la calidad de un producto ya de por sí extraordinario. Todos aquellos establecimientos hosteleros que apostamos por el «Cochinillo de Segovia» como referente de nuestras cocinas estamos de enhorabuena.
Un proceso largo
El proceso de obtención de la IGP arrancó en 2022 con la publicación de la solicitud en el Boletin Oficial del Estado (BOE) por la Dirección General del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León. Este logro marca un hito en la protección y reconocimiento de la calidad del «Cochinillo de Segovia», un alimento conocido por su carne tierna y sabor característico, alimentado exclusivamente con leche materna, que se distingue por sus canales de carne rosada y firme.
La zona geográfica de producción incluye toda la provincia de Segovia y la comarca de La Moraña en Ávila, donde se lleva a cabo el nacimiento, cría, sacrificio y despiece de los animales, con lo que se garantiza la frescura y calidad del producto.
El etiquetado del Cochinillo de Segovia deberá incluir el logotipo de la denominación, el símbolo de la Unión Europea, la fecha de sacrificio y el número de identificación para asegurar así la trazabilidad y autenticidad del producto. Este logro no solo impulsa la reputación del Cochinillo de Segovia, sino que también fortalece la economía local y preserva las tradiciones culinarias de la región.
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